Aunque debemos felicitar a los dos equipos por el alto nivel de juego que nos han ofrecido, y aunque seguimos acelerados por el partidazo final de ayer (Domingo 4) en Sevilla, lo que realmente resulta mágico es la nobleza del jugador español Rafael Nadal que, tras derrotar a Del Potro, y mientras el equipo español ya celebraba su victoria, se acercó al equipo argentino y, uno por uno, a todos los jugadores, les mostró su respeto y apoyo. Qué grande el manacorí!! Qué generosidad en lo deportivo y lo humano!!!
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