"Cafetería
Molina, pleno centro histórico de una ciudad que, bien merecido o no,
es Patrimonio de la Humanidad. Apartas las migas con el periódico del
día, y comienzas su lectura. Llega el camarero, le pides un café
mientras te limpia la mesa con la mano. No te levantas porque has
quedado ahí.
ESE ES EL VALOR AÑADIDO QUE OFRECEMOS."
ESE ES EL VALOR AÑADIDO QUE OFRECEMOS."
Aquí, otra de esas pequeñas joyas que encontramos en el día a día de nuestra profesión. Que para pasar el rato y reirse un poco no está mal, pero lo de tomarlo por costumbre va un poco lejos.
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